SAMSARA – LOS TRES VENENOS DEL ESPÍRITU
Al estudiar Samsara, la rueda de la vida, podemos comprender como nace, aparece y funciona el mundo, y a que principio esta sujeto el ser humano. Y ello permite no solo aclarar la comprensión del karma, sino también despertar a nuestra verdadera naturaleza. El samsara es un círculo sin fin que cada individuo por la creación de un ego ilusorio, individual, al no percibir el conjunto del samsara, da vueltas, separado de su origen y por lo tanto, sujeto al sufrimiento.
Describiéndola en pocas palabras, la rueda presenta un centro en el que figuran los tres venenos, rodeado de otra zona de dos colores (negro y blanco) que se llaman “los estados intermediarios” (tipos de acciones producidos durante la existencia). Después están representados los cinco (a veces seis) dominios o reinos de renacimiento en los que se producen estas acciones (karma) loables o no. El círculo exterior explica y pone en relación “las doce causas interdependientes de la producción”, los doce innen en el lenguaje del Zen japonés – nen significa interdependencia. Estas doce causas o lazos son los que condicionan el grupo de los cinco skandhas, su aparición o desaparición en el mundo de los fenómenos.
Describiéndola en pocas palabras, la rueda presenta un centro en el que figuran los tres venenos, rodeado de otra zona de dos colores (negro y blanco) que se llaman “los estados intermediarios” (tipos de acciones producidos durante la existencia). Después están representados los cinco (a veces seis) dominios o reinos de renacimiento en los que se producen estas acciones (karma) loables o no. El círculo exterior explica y pone en relación “las doce causas interdependientes de la producción”, los doce innen en el lenguaje del Zen japonés – nen significa interdependencia. Estas doce causas o lazos son los que condicionan el grupo de los cinco skandhas, su aparición o desaparición en el mundo de los fenómenos.
Los tres venenos del espíritu se encuentran en el centro de la rueda de Samsara:
“Cuando estos tres venenos entran en la mente, le quitan a la vida del ser humano lo más bello que tiene. Bajo el dominio de estos tres venenos el ser humano olvida su identidad y su naturaleza de buda. Son solo un señuelo agitado por Mara (el ego se cree inmortal), tras el que corren los seres para atenuar los efectos de la impermanencia y evitar tener en cuenta la vejez y la muerte.
“Cuando estos tres venenos entran en la mente, le quitan a la vida del ser humano lo más bello que tiene. Bajo el dominio de estos tres venenos el ser humano olvida su identidad y su naturaleza de buda. Son solo un señuelo agitado por Mara (el ego se cree inmortal), tras el que corren los seres para atenuar los efectos de la impermanencia y evitar tener en cuenta la vejez y la muerte.
El primero de esos tres venenos es la avidez, el deseo, el apego, la sed de apropiación, de posesión. Esta representado por un gallo. Podéis entender el porqué.
El odio esta representado por una serpiente. También es la cólera, la malevolencia y la agresividad con respecto a los demás, por supuesto, pero también con respecto a uno mismo.
El cerdo simboliza la estupidez y la ignorancia. Ignorancia de nuestra naturaleza original, pero también de las condiciones de nuestra existencia.
El cerdo muerde la cola de la serpiente que muerde la cola del gallo, que muerde la cola del cerdo, para tejer la trama de nuestras ilusiones, Están allí, los tres, inseparables, en el origen de las acciones generadas durante esta vida, durante la existencia de este grupo de skandhas.
Los estados intermedios:
Los seres sometidos a la influencia de estos tres venenos producen dos tipos de acciones:
Las malas acciones son “no virtuosas”, “sin mérito”, son las nocivas para los demás. La conducta pura engendra las acciones virtuosas y, por lo tanto “con merito”.
Estas potencialidades del karma anterior se llaman “los estados intermedios”, pues condicionan la aparición de un grupo de skandhas en uno de los cinco o seis reinos de renacimiento. A la derecha hay un semicírculo negro y a la izquierda un semicírculo blanco. En el blanco podéis ver unos personajes bellos, luminosos cuya mirada esta vuelta hacia arriba. Los seres virtuosos llevan a cabo acciones virtuosas por medio del pensamiento, la palabra y el cuerpo. Son las acciones engendradas por el respeto de los Kai (preceptos): no matar, no robar, no mentir, no embriagarse, no mantener una mala sexualidad, etc. Estas acciones permiten entrever el fin del sufrimiento.
En el semicírculo negro los personajes, encadenados unos a otros y azuzados por los demonios de los infiernos, caen rodando hacia los reinos inferiores. Las acciones engendradas por las anteriores practicadas, más o menos influidas por los tres venenos, van a hacer que emerja a la vida un grupo de cinco skandhas que nacerán en un reino, en un mundo en el que se desarrollara esta nueva vida. Hay cinco o seis mundos de renacimiento. Cada uno de ellos contiene en si mismo una parte de los demás, lo que quiere decir que, cualquiera que sea el mundo en el que aparezca, el grupo de los cinco skandhas vivirá de los estados psicológicos que provienen de los demás mundos”.
Los seres sometidos a la influencia de estos tres venenos producen dos tipos de acciones:
Las malas acciones son “no virtuosas”, “sin mérito”, son las nocivas para los demás. La conducta pura engendra las acciones virtuosas y, por lo tanto “con merito”.
Estas potencialidades del karma anterior se llaman “los estados intermedios”, pues condicionan la aparición de un grupo de skandhas en uno de los cinco o seis reinos de renacimiento. A la derecha hay un semicírculo negro y a la izquierda un semicírculo blanco. En el blanco podéis ver unos personajes bellos, luminosos cuya mirada esta vuelta hacia arriba. Los seres virtuosos llevan a cabo acciones virtuosas por medio del pensamiento, la palabra y el cuerpo. Son las acciones engendradas por el respeto de los Kai (preceptos): no matar, no robar, no mentir, no embriagarse, no mantener una mala sexualidad, etc. Estas acciones permiten entrever el fin del sufrimiento.
En el semicírculo negro los personajes, encadenados unos a otros y azuzados por los demonios de los infiernos, caen rodando hacia los reinos inferiores. Las acciones engendradas por las anteriores practicadas, más o menos influidas por los tres venenos, van a hacer que emerja a la vida un grupo de cinco skandhas que nacerán en un reino, en un mundo en el que se desarrollara esta nueva vida. Hay cinco o seis mundos de renacimiento. Cada uno de ellos contiene en si mismo una parte de los demás, lo que quiere decir que, cualquiera que sea el mundo en el que aparezca, el grupo de los cinco skandhas vivirá de los estados psicológicos que provienen de los demás mundos”.
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