Verlaine I y Barthes II - El Matiz
Arte Poética
La música ante toda cosa,
Y para eso preferirás el Impar
más vago y más soluble en el aire
sin nada en él que pese o que pose.
.
Hace falta además que no vayas jamás
A elegir tus palabras sin algún error,
Nada más querido que la canción gris
donde lo Indeciso a lo Preciso se junta.
.
Es los bellos ojos detrás de los velos
Es la gran luz temblorosa del mediodía
Es para un cielo de otoño tibio
La caja azul de las claras estrellas!
.
Pues queremos el Matiz aún
No el color, nada más que el matiz!
Oh el matiz solo une
El sueño al sueño y la flauta a la trompeta!
.
Huya más lejos la Punta asesina,
El Espíritu cruel y la Risa impura,
Que hacen llorar los ojos del Azur,
Y todo ese ajo de baja cocina!
.
Toma la elocuencia y tuércele su cuello!
Harás bien, para energizarte,
en devolver un poco la Rima corregida,
si no se la vigila ahí, hasta dónde irá?
.
Oh quién dirá la sinrazón de la Rima?
Qué niño sordo o qué negro loco
Nos ha forjado esta joya de un centavo
Que suena hueca y falsa bajo la lima?
.
La música aun y siempre!
Que tu verso sea la cosa volada
Que se siente que huye de un alma ya ida
Hacia otros cielos a otros amores
.
Que tu verso sea la buenaventura
Dispersa en el viento crispado de la mañana
Que va aromando la menta y el tomillo...
Y todo el resto es literatura.
.
1884 Paul Verlaine (trad. romina freschi)
.
.
Roland Barthes - La preparación de la novela
Sesión del 27 de enero de 1979
3)EL MATIZ
La práctica (general: mental, escrita, vivida) de la individuación es elMatiz (etimología: nos interesa, pues implica una relación con el Tiempo que hace, coelum en latín › en francés antiguo nuer =comparar los colores matizados con los reflejos de las nubes). El Matiz: tomarlo fuertemente, generalmente, teóricamente, por una lengua autónoma; la prueba es que la civilización gregaria de hoy lo censura y lo reprime neuróticamente. Se puede decir que la civilización de los medios se define por el rechazo (agresivo) del matiz. Ya he hablado varias veces del matiz como práctica fundamental de comunicación, incluso arriesgué un nombre: diafarología*. […]
Como saben, hay una crisis del estilo: práctica y teórica (no hay teoría del estilo y a algunos les preocupa). Ahora bien, podría definirse el estilo como la práctica escrita del matiz (es por ello que el estilo está mal visto en la actualidad).
Un ejemplo, en el haiku:
Tan brutalmente cae
Sobre los claveles
La lluvia de verano
(Sampu, Munier)
Brutalmente: es el matiz decisivo; sin ese brutalmente, ni verano, ni ruido: la chatura, la indiferencia: adiaphoria (diaphorá = matiz).
El Matiz=un aprendizaje de lo sutil. […]
Poesía=práctica de la sutileza en un mundo bárbaro. De allí, la necesidad, hoy, de luchar por la Poesía: la Poesía debería formar parte de los “Derechos del Hombre”, no es “decadente”, sino subversiva, subversiva y vital.
Matiz= diferencia (diaphorá) […]
En efecto, desde el punto de vista endoxal, el matiz es aquello que salió mal (desde el punto de vista de la opinión de derecha grosera, llamada sentido común, ortodoxia). […]
De esta manera, el Matiz: lo que irradia, difunde, avanza (como las nubes de un cielo). Ahora bien, hay una relación entre la irradiación y el vacío: en el Matiz, hay como un tormento de vacío (es por ello que desagrada tanto a los espíritus “positivos”).
5 poemas de Paul Verlaine
Su vida fue difícil y tortuosa. Pero eso no le impidió crear una obra poética que influyó en movimientos literarios posteriores como el modernismo. A continuación puedes leer 5 poemas de Paul Verlaine.
Grotesco
Sus piernas por toda montura,
Por todo bien el oro de sus miradas,
Por el camino de las aventuras
Marchan harapientos y huraños.
Por todo bien el oro de sus miradas,
Por el camino de las aventuras
Marchan harapientos y huraños.
El prudente, indignado, los arenga;
El tonto compadece a esos locos aventurados;
Los niños les sacan la lengua
Y las chicas se burlan de ellos.
El tonto compadece a esos locos aventurados;
Los niños les sacan la lengua
Y las chicas se burlan de ellos.
Sin más que odiosos y ridículos,
Y maléficos, en efecto,
Y tienen el aire, en el crepúsculo,
De un mal sueño.
Y maléficos, en efecto,
Y tienen el aire, en el crepúsculo,
De un mal sueño.
Y con sus agrias guitarras,
Crispando la mano de los liberados,
Canturrean unos aires extraños,
Nostálgicos y rebeldes
Crispando la mano de los liberados,
Canturrean unos aires extraños,
Nostálgicos y rebeldes
Y es, en fin, que sus pupilas
Ríe y llora – fastidioso-
El amor de las cosas eternas,
¡Viejos muertos y antiguos dioses!
Ríe y llora – fastidioso-
El amor de las cosas eternas,
¡Viejos muertos y antiguos dioses!
Id, pues, vagabundos sin tregua,
Errad, funestos y malditos,
A lo largo de los abismos y de las playas
Bajo el ojo cerrado de los paraísos.
Errad, funestos y malditos,
A lo largo de los abismos y de las playas
Bajo el ojo cerrado de los paraísos.
La naturaleza del mundo se aísla
Para castigar como es preciso
La orgullosa melancolía
Que te hace marchar con la frente alta,
Para castigar como es preciso
La orgullosa melancolía
Que te hace marchar con la frente alta,
Y, vengando en ti la blasfemia
De inmensas esperanzas vehementes,
Hiere tu frente de anatema.
De inmensas esperanzas vehementes,
Hiere tu frente de anatema.
En el balcón
En el balcón las amigas miraban ambas como huían las golondrinas
Una pálida sus cabellos negros como el azabache, la otra rubia
Y sonrosada, su vestido ligero, pálido de desgastado amarillo
Vagamente serpenteaban las nubes en el cielo
Una pálida sus cabellos negros como el azabache, la otra rubia
Y sonrosada, su vestido ligero, pálido de desgastado amarillo
Vagamente serpenteaban las nubes en el cielo
Y todos los días, ambas con languideces de asfódelos
Mientras que al cielo se le ensamblaba la luna suave y redonda
Saboreaban a grandes bocanadas la emoción profunda
De la tarde y la felicidad triste de los corazones fieles
Mientras que al cielo se le ensamblaba la luna suave y redonda
Saboreaban a grandes bocanadas la emoción profunda
De la tarde y la felicidad triste de los corazones fieles
Tales sus acuciantes brazos, húmedos, sus talles flexibles
Extraña pareja que arranca la piedad de otras parejas
De tal modo en el balcón soñaban las jóvenes mujeres
Extraña pareja que arranca la piedad de otras parejas
De tal modo en el balcón soñaban las jóvenes mujeres
Tras ellas al fondo de la habitación rica y sombría
Enfática como un trono de melodramas
Y llena de perfumes la cama vencida se abría entre las sombras
Enfática como un trono de melodramas
Y llena de perfumes la cama vencida se abría entre las sombras
Las conchas
Cada concha incrustada
En la gruta donde nos amamos,
Tiene su particularidad.
En la gruta donde nos amamos,
Tiene su particularidad.
Una tiene la púrpura de nuestras almas,
Hurtada a la sangre de nuestros corazones,
Cuando yo ardo y tú te inflamas;
Hurtada a la sangre de nuestros corazones,
Cuando yo ardo y tú te inflamas;
Esa otra simula tus languideces
Y tu palidez cuando, cansada,
Me reprochas mis ojos burlones;
Y tu palidez cuando, cansada,
Me reprochas mis ojos burlones;
Esa de ahí imita la gracia
De tu oreja, y aquella otra
Tu rosada nuca, corta y gruesa;
De tu oreja, y aquella otra
Tu rosada nuca, corta y gruesa;
Pero una, entre todas, es la que me turba.
Mi sueño
Sueño a menudo el sueño sencillo y penetrante
de una mujer ignota que adoro y que me adora,
que, siendo igual, es siempre distinta a cada hora
y que las huellas sigue de mi existencia errante.
de una mujer ignota que adoro y que me adora,
que, siendo igual, es siempre distinta a cada hora
y que las huellas sigue de mi existencia errante.
Se vuelve transparente mi corazón sangrante
para ella, que comprende lo que mi mente añora;
ella me enjuga el llanto del alma cuando llora
y lo perdona todo con su sonrisa amante.
para ella, que comprende lo que mi mente añora;
ella me enjuga el llanto del alma cuando llora
y lo perdona todo con su sonrisa amante.
¿Es morena ardorosa? ¿Frágil rubia? Lo ignoro.
¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,
el de virgen de aquellas que adorando murieron.
¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,
el de virgen de aquellas que adorando murieron.
Como el de las estatuas es su mirar de suave
y tienen los acordes de su voz, lenta y grave,
un eco de las voces queridas que se fueron…
y tienen los acordes de su voz, lenta y grave,
un eco de las voces queridas que se fueron…
Te ofrezco
Te ofrezco entre racimos, verdes gajos y rosas,
Mi corazón ingenuo que a tu bondad se humilla;
No quieran destrozarlo tus manos cariñosas,
Tus ojos regocije mi dádiva sencilla.
Mi corazón ingenuo que a tu bondad se humilla;
No quieran destrozarlo tus manos cariñosas,
Tus ojos regocije mi dádiva sencilla.
En el jardín umbroso mi cuerpo fatigado
Las auras matinales cubrieron de rocío;
Como en la paz de un sueño se deslice a tu lado
El fugitivo instante que reposar ansío.
Las auras matinales cubrieron de rocío;
Como en la paz de un sueño se deslice a tu lado
El fugitivo instante que reposar ansío.
Cuando en mis sienes calme la divina tormenta,
Reclinaré, jugando con tus bucles espesos,
Sobre tu núbil seno mi frente soñolienta,
Sonora con el ritmo de tus últimos besos.
Reclinaré, jugando con tus bucles espesos,
Sobre tu núbil seno mi frente soñolienta,
Sonora con el ritmo de tus últimos besos.
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