Afirmaba Borges en Las muertes concéntricas que en Jack London se encontraron y hermanaron dos ideologías adversas: la doctrina darviniana de la supervivencia del más apto en la lucha por la vida y el infinito amor a la humanidad. Fruto de esta contradicción, o en la gestación de la misma, El camino presenta las anotaciones biográficas de un joven London, escritor en ciernes, que da cuenta tanto de la lucha por sobrevivir cómo de la belleza que percibe en esa Norteamérica en construcción.
Con El camino, la literatura se confabula para poder tejer un entramado de vivencias que son capaces de hacer de la vida errante un símil del quehacer literario. Símil del que sin duda se nutre la obra de London y que podemos apreciar de forma destacada en este acierto literario de ediciones Buck que con este primer título se estrena con una colección dedicada a la narrativa norteamericana.
El camino presenta las errantes experiencias de un joven London que a través del relato en primera persona, a medio camino entre la autoficción y la autobiografía, consigue construir un mundo personal en el que se reconocen los puntos de la estética “londoniana” que estarán presentes en el resto de su obra. El libro consta de nueve capítulos en los que, cómo venimos comentando, London relata sus aventuras de vagabundeo en su época de juventud. El primero de los relatos, Confesión, fiel al género o subgénero de la autobiografía, plantea un pacto de ficción con el lector de tal manera que, de forma sutil, London nos advierte que es posible que nos esté tomando el pelo de la misma manera que lo hizo en el estado de Nevada con una mujer a la que mintió durante más de dos horas. Pero precisamente habla de esa mentira de la que se nutre la literatura y en la que lo que cuenta es lo verosímil. De tal manera que, sin saber a ciencia cierta si lo que cuenta es verdad o no, London consigue retratar un mundo en el que inserta la denuncia social de la que sin duda se nutre de su experiencia real. Y en este pacto entre autor y lector, como el que establece London con la mujer de Nevada que se deja tomar el pelo, emergen las bondades intrínsecas de la naturaleza humana. Por todo esto y por el sentido del humor que sobrevuela el libro, una obra más que recomendable.
Jack LondonJack London nació el 12 de enero 1876 y murió el 22 de noviembre de 1916 a los cuarenta años. Es conocido por La llamada de la selva, Martin Eden y Colmillo Blanco entre otras obras. Fue un escritor prolífico cuya obra de ficción exploró varias regiones y culturas norteamericanas: el Yukón, California, Hawai y las Islas Salomón. Experimentó con muchas formas literarias, desde la novela romántica convencional a la fantasía, pasando por la novela de aventuras y el realismo. Socialista comprometido, insertó la crítica social en su ficción. Fue un escritor que entendió cómo crearse un personaje público y el uso de los medios de comunicación para comercializar su propia imagen de hombre pobre hecho a sí mismo. Su obra incluye más de cincuenta novelas, cuentos, artículos periodísticos y ensayos.
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