Las 8 muertes más trágicas de la historia del arte

La muerte nos paraliza pero siempre está presente. El último aliento de alguien más nos hace cuestionarnos nuestra finitud, las ganas innatas que tenemos de sobrevivir y nunca morir, al menos en el recuerdo de los demás.
Y es que el arte es eso, el arte es la muerte y la finitud. Porque una escena, corriente o vanguardia le da fin a la otra, intenta destruirla, acabar con ella, mostrarnos que lo contrario también puede ser arte. Porque esa oposición nutrió a las vanguardias y ahora, en un mundo lleno de arte efímero, nos demuestra que las obras se extinguen casi al mismo instante que nacen.
La muerte es triste y nos deja un hueco. Un hueco que espera ser llenado pronto. Las lágrimas nos delatan ante el inevitable fin de alguien que quizá ni siquiera conocimos pero cuyos cuadros nos hicieron vibrar. Y es que el arte puede llenar ese hueco por siempre, porque las obras de esos artistas que ya se fueron, permanecen aquí llenando su partida.
Los tenemos por siempre, se volvieron inmortales. Y ahora, con la reproductibilidad de la imagen, simplemente están en todos lados. Ellos fueron los mejores y sus muertes trágicas fueron de las más dolorosas por la manera en la que ocurrió.
Alberto Durero

Durero siempre fue un apasionado de la anatomía y el dibujo animal. Intentaba descubrir las nuevas especies que biólogos y zoólogos descubrían para después plasmarlas en dibujos casi idénticos al verdadero. Cuando estaba en Gante, recibió un mensaje que le aseguraba, había una ballena encallada en la costa. Rápidamente, Durero se encaminó pero antes de llegar enfermó, probablemente de malaria, tenía fiebres y su salud se deterioraba con rapidez hasta que el 6 de abril de 1528 murió.
Michelangelo Corsi da Caravaggio

Frida Kahlo

Durante los últimos cinco años de su vida realizó múltiples visitas al hospital. En 1950 la operaron siete veces y le amputaron una pierna. Cuatro años después, recayó en el hospital y se rumora que tuvo un intento de suicidio el 9 de abril. Fue internada una vez más cuando cayó y se clavó una aguja que estaba en el suelo. En junio contrajo una neumonía de la que creyó escapar a finales de mes. El 2 de julio viajó con Diego a Guatemala para participar en una manifestación contra la intervención norteamericana, su última aparición pública. Cuando regresó a su hogar, la neumonía empeoró y el 13 de julio falleció, probablemente por un suicidio, según rumores. Cientos de personas fueron al Palacio de Bellas Artes para darle el último adiós.
Vincent van Gogh

La última pintura, antes de su suicidio, fue Campo de trigo con cuervos. El 27 de julio se disparó en el estómago entre los trigales; fue llevado al hospital y su hermano Théo acudió rápidamente en su auxilio. Pero Van Gogh no resistió y murió dos días después. Días antes, escribió una carta que guardó en su bolsillo para él: “Pues bien, en mi trabajo arriesgo mi vida y en él mi razón se ha hundido a medias”.
Jean-Michel Basquiat

Amedeo Modigliani

Modigliani tuvo una vida llena de excesos: borracho, mujeriego y toxicómano. Murió joven, con sólo 35 años de edad debido a meningitis tuberculosa. Pero al día siguiente, su pareja, Jeanne, no sabía qué hacer sin él, dejó de encontrarle sentido a la vida. Así que abrió la ventana y se arrojó al vacío desde el quinto piso de la rue Amyot.
Jackson Pollock

Nahui Olin

La muerte es arte, es vida y también es poesía. La muerte lo es todo.
0 comentarios:
Publicar un comentario