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Árboles de Bogotá
Esta es una guía breve para reconocer los cinco árboles más icónicos de Bogotá. A ellos les debemos la vida.
Están en las calles, en los parques públicos, en el patio de la abuela, en la esquina de su casa, los ves todos los días pero repetidamente los ignoras. Decidimos retomar los estudios sobre la naturaleza para conocer a los árboles que nacieron aquí, antes que cualquiera de nosotros, y que están a nuestro alrededor siempre.
Hace cien años, las casas solían tener un patio central para la siembra de árboles frutales, medicinales y arbustos, estos eran los únicos que estaban planeados para ser el arbolado urbano de la ciudad. Ahora, las entidades de regulación e investigación del tema hablan sobre la importancia de los árboles en la zona urbana, tienen manuales para la plantación, escogencia de especies y todo lo relacionado con los árboles en zonas públicas de Bogotá.
Los árboles de la ciudad tienen varios objetivos, entre ellos se destacan: mejorar el paisaje urbano con sus formas, colores, olores y sonidos. Influyen psicológicamente en la comunidad porque alrededor de ellos se asocian sentimientos, recuerdos y se forma cultura. Mejoran los suelos y protegen los ríos, sirven de hábitat para animales y proveen refugio para la conservación de especies que han sido afectadas por el crecimiento urbano. Ayudan a reducir el efecto invernadero y nos protegen contra las lluvias, generan empleo a través de su mantenimiento e investigación y, por último, los árboles refrescan y purifican el aire, emanan el oxígeno que necesitamos para poder respirar. Mejor dicho: a ellos les debemos la vida.
En Bogotá se sembraron una gran variedad de árboles a mediados de 1970, muchos originarios de otros países. Eso causó un desequilibrio ambiental. Especies como el urapán, el saúco y el eucalipto dañan nuestros suelos e invaden los terrenos imposibilitando la plantación de especies nativas. Por eso, el Estado ha iniciado programas para plantar de nuevo especies colombianas y algunas foráneas que funcionan para nuestro ecosistema.
Estos son los árboles que, por su resistencia a la contaminación, su fácil adaptabilidad, bajo costo de mantenimiento y su longevidad, hacen parte de los cinco más icónicos. Son árboles nativos que usted debe reconocer en las calles:
1. Palma de cera:
Altura: Aproximadamente 60 metros. | Vida: 100 a 200 años. | Origen: Norte de los Andes.Cómo reconocerla: Es la palma más alta del mundo, sus frutos son rojizos y sus hojas verde oscuras van de lado a lado de las ramas.
Es la que le pone el toque tropical a Bogotá. Se trata de un ejemplo de paciencia ya que crece muy lentamente. Representa un símbolo oficial del país desde 1985. Existen once especies de esta palma, de las cuales siete nacen en la capital. Está en peligro de extinción y pone también en riesgo a los loros orejiamarillos, ya que es su único hogar.
2. Cedro Andino:
Altura: 15 a 25 metros. | Vida: 150 años. | Origen: Bosque andino.Cómo reconocerlo: Cuando caminas bajo un cedro podrás encontrar sus flores, que parecen de madera. Sus hojas salen de lado y lado de las ramas y una vez al año se caen todas.
Este es uno de los más destacados árboles de la Sabana de Bogotá. Su madera es muy resistente y de alta calidad porque no se pudre. Su fruto es conocido como la flor de madera y se emplea en artesanías. En sus ramas alberga otras plantas, como bromelias, orquídeas y helechos. Simboliza la nobleza y la serenidad. En la iglesia principal de Usaquén, un cedro ornamenta el paisaje.
3. Nogal:
Altura: 15 a 20 metros. | Vida: 100 a 200 años. | Origen: Bosque andino.Cómo reconocerlo: El tronco es de color café claro y tiene canales; su fruto son las nueces.
Es el árbol insignia de Bogotá desde el año 2012 por su alta resistencia a la contaminación y valor paisajístico. En la época de la conquista, los españoles casi lo extinguen pues era sagrado para los muiscas. Cuando crece, su copa aparasolada es de gran aporte en los días soleados. Sus hojas sirven para la medicina y, aunque sus nueces no son comerciales, sirven de alimento especialmente para los animales. En la calle 77 con novena, un Nogal de 200 años embellece al barrio que lleva el mismo nombre.
4. Caucho sabanero:Altura: 18 a 20 metros. | Vida: 150 a 350 años. |
Origen: Bosque andino. Cómo reconocerlo: Tiene hojas ovaladas gruesas, duras, de color verde brillante y su tronco es liso.
Es un ejemplo de convivencia: sus frutos alimentan a las aves, fortalece el suelo, crece con rapidez, es resistente a la contaminación y crea espacios óptimos de sombra en la ciudad. Se ve mucho en separadores viales y parques. Solía ser el árbol de Bogotá hasta el 2012.
5. Roble:Altura: Aproximadamente 40 metros. | Vida: 100 a 200 años. | Origen: Andes colombianos.Cómo reconocerlo: Tiene hojas gruesas, duras y brillantes, su fruto son bellotas que sirven para alimentar animales.
Aunque es conocido como un árbol alemán, en Colombia se da una especie de roble andino. Su madera es de gran resistencia y sus ramas no deforman el paisaje urbano; por eso, este árbol está incluido en las nuevas plantaciones con el programa Bogotá Verde para reemplazar a los eucaliptos y los urapanes. Le dicen el gigante colombiano: es símbolo de fuerza moral y física.
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