Roban un cajero automático y lo deslizan con cáscara de sandía
El método de la cáscara de sandía ya se está estableciendo como un 'modus operandi' común en la Barranquilla colombiana. En dos ocasiones, una banda de ladrones ha robado cajeros automáticos y los ha transportado hasta un camión deslizándolos sobre cáscaras de sandía para luego desvalijarlos.
Un grupo de ladrones de la ciudad colombiana de Barranquilla robó un cajero automático dinero y utilizó cáscaras de sandía para sacarlo del local, según la policía.
La Policía de Barranquilla recordó que es la segunda vez que se registra un robo similar, pues en 2008 en otro sector de la ciudad caribeña, un grupo de ladrones arrancó literalmente un cajero de su base y también con cáscaras de sandía, lo arrastró a un vehículo. En aquella ocasión los ladrones se llevaron de un cajero que se encontraba al lado de una hamburguesería cerca de 100.000 dólares.
Los ladrones, al menos diez, lograron desvalijar el cajero. Lo dejaron en el mismo camión en el que se lo llevaron desde el lugar de los hechos y más tarde lo abandonaron en un aparcamiento.
Las autoridades lograron detener a siete de los presuntos ladrones que se hicieron con casi 60 millones de pesos (alrededor de 23.000 euros). Al menos dos de los ladrones vestían uniformes como los de los guardias que protegían el local asaltado.
El coronel Sergio López, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, anunció una recompensa a quien proporcione información para localizar al resto de la banda.
CONDENADO ROBERTO SOTO PRIETO
Un tribunal alemán condenó ayer a nueve años y medio de cárcel por contrabando de cocaína a Roberto Soto Prieto, economista de 50 años autor del robo de los 13,5 millones al Chase Manhattan Bank.
A Soto Prieto se le acusa concretamente de organizar, en 1993, el envío de 61 kilos de cocaína de Colombia al puerto de Bremen en el norte de Alemania.
La droga fue incautada por la policía cuando el barco que la transportaba entró en aguas alemanas. En mayo de ese mismo año Soto Prieto fue detenido y confesó su complicidad en sus declaraciones ante el tribunal, advirtiendo, no obstante, que narcotraficantes italianos lo habían presionado y que se había involucrado en el contrabando de drogas debido a su inocencia .
La detención El 5 de noviembre de 1993, Roberto Soto Prieto, cerebro de un robo de 13,5 millones de dólares al Chase Manhattan Bank, pasó la noche tras las rejas.
Su detención logró hacerse en Hamburgo, luego de un rastreo del economista en Austria y Alemania el cual mostró que Soto Prieto era el principal enlace de los narcotraficantes colombianos para crear una red de distribución de drogas en los países de Europa Oriental.
Pero, cómo introducía la droga a Europa? El Silver Dream, un carguero de bandera libanesa, sirvió como medio de transporte de los 61 kilos de cocaína pura que iba a pagar Roberto Soto Prieto, cuando fue detenido por las autoridades alemanas.
En ese entonces, los detalles fueron suministrados por voceros de la Policía Internacional (Interpol) quienes contaron que la cocaína salió en el Silver Dream, camuflada en un cargamento de café, del puerto de Buenaventura y llegó a Bremen (Alemania), luego de atracar en los puertos de Amsterdam y Livinsgton.
Los investigadores de Interpol dijeron que tras arribar a Bremen, las autoridades detectaron la droga e iniciaron tareas de inteligencia para establecer el paradero de los responsables del comercio de la cocaína.
Así, el servicio secreto alemán, mediante una operación en la que participaron agentes encubiertos, logró interceptar una llamada telefónica, que se convirtió en la pieza fundamental para la detención de Soto.
En la comunicación, el colombiano José Fernando Patiño Monsalve, oriundo de Medellín (Antioquia), dialogó con Soto sobre un encuentro para cancelarle parte del valor de la droga.
La otra parte del dinero del cargamento, acordaron los dos hombres en la conversación, sería llevada personalmente por Patiño hasta Viena, en donde estaba residenciado Soto.
Hoja de vida envidiable Soto se desempeñó como secretario General del Ministerio de Desarrollo y Viceministro (e) de esa cartera en 1976 y, posteriormente, fue Jefe de la Sección de Comercio Exterior del Ministerio de Relaciones y secretario asistente de asuntos económicos de la Cancillería.
Para finales de 1983, cuando se descubrió el robo, Soto se desempeñó como gerente de la Empresa Latinoamericana de Industria y Comercio.
El economista saltó a las primeras páginas de los periódicos una vez descubierto el robo de 13,5 millones de dólares de una cuenta del gobierno colombiano en el Chase Manhattan Bank.
La investigación posterior llevó a la Justicia a señalar a Soto como principal responsable de la millonaria defraudación, y permitió vincular a la investigación a Robert Henry Rusell, al español Antonio Cebollero y a los colombianos Rafael Esteban Rodríguez Cristancho, Fernando Bedoya Hoyos, Carlos Eduardo Mendoza Campos, Alberto Orozco González y Nelsón Torres Palomino.
Una vez descubierto, Soto se fugó del país el cuatro de abril de 1984 y fue capturado por la Interpol en Francfort (Alemania) el 8 de abril siguiente, 48 horas después de abandonar Colombia.
Soto argumentó ser un perseguido político y recobró la libertad seis días después tras el fracaso de las gestiones encaminadas a obtener su repatriación.
El 15 de mayo, Soto volvió a ser detenido en Viena pero otra vez persuadió a las autoridades extranjeras sobre una presunta persecución política. Soto fue sentenciado a doce años de prisión en un proceso que costó la vida al funcionario que descubrió el robo, y en el que se evitó el asesinato de dos partícipes en el ilícito. La sentencia fue confirmada en abril de 1988, y desde entonces Soto Prieto permanecía fugitivo. Años después sería detenido pero por cuestiones de droga.
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