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Escenas geniales que seguro no sabías que fueron improvisadas

17 escenas geniales que seguro no sabías que fueron improvisadas


No están todas las que son, pero son todas las que están: escenas geniales que consideramos como ideas brillantes del guión, surgieron de la capacidad de improvisación de los actores, o de su aburrimiento a la hora de repetir infinitas veces la misma acción o de un talento inesperado de cualquier integrante del equipo... Una caja de sorpresas que exhibe una de las zonas más ocultas del cine, lo que surge por arte de magia y se queda para siempre. Veamos estasgrandes escenas de películas que fueron improvisadas

#17 Malcolm McDowell en A Clockwork Orange (1971)



El director Stanley Kubrick era muy exigente y hacía repetir muchas veces las secuencias más importantes. En el ataque a la confortable casa de un escritor y su esposa, la violencia desatada que incluye una violación, no terminaba de salir como el realizador quería, así que dejó que el protagonista, Malcolm McDowellimprovisara con total libertad. Así, éste inventó el cantar y bailar Singing in the rain, lo que aportaba mayor dramatismo a la escena.


 Marlon Brando en The Godfather (1972)



Es la presentación del personaje en una escena clave. No estaba previsto ningún gato, pero el actor se agenció uno que pasaba por ahí y el director, Francis Ford Coppola, no quiso interrumpir la inspiración en su debut dirigiendo al célebre actor, así que lo dejó hacer. La felicidad del gato en sus manos da la impresión de que vivían juntos, una paz celestial para iniciar la película de mafia más importante de la historia del cine.

Roy Scheider en Jaws (1975)



Uno de los primeros grandes éxitos de SpielbergRoy Scheider acaba de verse sorprendido por la bocaza de un tiburón que casi le arranca el brazo. Va de espaldas andando hacia su compañero y le comenta de su propia cosecha: "You're Gonna Need A Bigger Boat"("Vas a necesitar un barco más grande#).

Robert De Niro en Taxi Driver (1976)



Un monólogo histórico gracias a la complicidad entre el actor y el director Martin Scorsese que le permitió improvisar tal y como lo sentía: toda la puesta en escena y las palabras del personaje surgieron sobre la marcha. Una escena que llegó a ser muchas veces imitada y parodiada, aunque siempre sigue manteniendo la fuerza dramática del original.

Woody Allen en Annie Hall (1977)



Era el amo de la película como guionista, director y protagonista, así que se tomó la libertad de un estornudo ante un cargamento de "droga maravillosa que costaba 2000 dólares la onza", y quedó como un chiste tan bueno que los actores no podían parar de reírse y el rodaje tuvo que cortarse con la cara embadurnada de cenizas de todos los presentes.

Jack Nicholson en The Shining, 1980


En una secuencia de extrema violencia, con el escritor persiguiendo a su esposa con un hacha con la que rompe la puerta del cuarto de baño, Jack Nicholsonaportó una frase incomprensible para la mayoría; una salida de humor muy negro que sólo festejaron los norteamericanos. Al asomar su cara gritó: “Aquí está Johnny”, aunque su personaje se llamaba Jack, pero era una frase muy popular en la televisión con la que se abría el programa The Tonight Show con Johnny Carson.

 Harrison Ford en Star Wars. Episode V: The Empire Strikes Back (1980)

https://www.youtube.com/watch?v=sO-KR-14uXM

Han Solo, el contrabandista ya convertido en héroe, a punto de ser capturado se besa fogosamente con la princesa Leia (Carrie Fisher) e inmediatamente después ella le dice “Te amo”, y donde él debía contestar “Yo también te amo”, se salió con un “Lo sé”: este I Know ayudó a forjar la personalidad del personaje a partir de la espontánea decisión del actor: “Han Solo era un tipo muy seguro de sí mismo; no podía responder otra cosa”.

Harrison Ford en Indiana Jones: Raiders of the Lost Ark (1981)



En realidad, la secuencia prevista contenía una lucha de espadas bastante larga, pero Ford estaba muy agotado y se encontró con que sólo tenía su látigo a mano, de manera que para terminar lo antes posible recurrió al revólver, con ánimo expreso de irse al camerino. Pero resultó tan ingenioso que quedó para la posteridad. Fue una novedad importante: en aquella época el humor rara vez aparecía en las películas de aventuras

Rutger Hauer en Blade Runner (1982)


“Todos esos momentos se perderán como lágrimas en la lluvia”: las palabras finales del tam humano robot interpretado por Rutger Hauer son el colofón aportado por la creatividad del gran actor noruego antes de morir ante los ojos del policía que le perseguía. Pasó a la historia de ciencia-ficción como si fuera creación del autor del libro y de la película: Philip K. Dick y Ridley Scott.

Bill Paxton en Aliens (1986)



Un torbellino de suciedad, muerte, violencia y destrucción en la que el militar grita Game Over Man, Gave Over, un grito desesperado: “Juego terminado, hombre, juego terminado”. Palabras espontánea y dramáticamente lanzadas por el actor tras un muy fatigoso día de rodaje.

Elaborado por Oscar Perez

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