LA ESTÉTICA BREAKING BAD
fuente clubchevignon
El diseño de vestuario es un referente importante en las series de TV de culto con mayor repercusión. La apuesta estética de Mad Men, Juego de Tronos o Downtown Abbey muestran la importancia que la ropa tiene en la configuración de personajes y, más allá de ella, en la capacidad que tiene para transmitir también el desarrollo de la historia. Breaking Bad es un claro exponente de esta apuesta por el vestuario como uno de los elementos narrativos principales.
Kathleen Detoro, responsable del vestuario en las primeras cuatro temporadas, y Jennifer Bryan en la última, han vestido la evolución de los personajes de forma magistral. Desde el inicial código estético de Walter White, el profesor de química de vida aburrida que pasa a ser un señor de la droga sin escrúpulos convirtiéndose en Heisenberg, hasta el cambio experimentado por Jesse Pinkman, de look más hip-hop a inicios de la serie, a un estilo más serio, la obsesión por el vestuario destaca en la producción de esta serie.
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A lo largo de las temporadas, el código cromático de la ropa se oscurece y el estilo se sofistica, aunque sigue conservando algunos elementos muy característicos de los personajes.
La importancia del color es vital para plasmar la evolución de los personajes, contrastando y evidenciando lo que la trama nos cuenta. Rojo pasión, verde esperanza, azul tranquilidad, naranja vital, negro oscurantismo… nos transmiten emociones y nos dan pistas sobre el futuro de los personajes.
La importancia del color es vital para plasmar la evolución de los personajes, contrastando y evidenciando lo que la trama nos cuenta. Rojo pasión, verde esperanza, azul tranquilidad, naranja vital, negro oscurantismo… nos transmiten emociones y nos dan pistas sobre el futuro de los personajes.
Walter se vuelve más serio, abandona los tranquilos beiges y verdes iniciales conforme su vida se va corrompiendo, incorpora colores oscuros y sofistica su ropa a imagen y semejanza de Gus, aunque conservando elementos muy propios como las zapatillas Clarks Wallabees. Jesse también se va volviendo más serio, abandonando el look hip-hopero inicial, su ropa deja de ser ancha y con estampados para volverse más sobria y esencial. En el caso de Skyler, que solía vestir tonos azules a modo de lealtad hacia Walter y como reflejo de su espíritu calmado, avanza hacia trajes de chaqueta de estilo ejecutivo, con tonos más oscuros, como una especie de armadura frente a las circunstancias.
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Este cuidado por el color de la ropa ha despertado el interés de muchos, hasta el punto de realizar los más detallados análisis de su significado en determinados momentos de la serie, como muestra la gráfica y la detalladísima entrada que puedes ver pinchando aquí.
La particular estética visual de la serie, es un factor identificativo hasta el punto de convertirse en subasta por la que se llegaron a pagar hasta 10.000 dolares por los calzoncillos de Walter White, o incluso convertirse en fuente de inspiración para artistas que han presentado recientemente sus obras en la exposición “The Breaking Bad Art Project” en la sala Gallery 1988 de L.A.
Una anécdota final: el famoso sombrero de Walter White no fue intencionado. Bryan Craston se lo pidió a la jefa de vestuario para paliar el frío que pasaba tras afeitarse la cabeza. Y aunque en un inicio Vince Gilligan, creador de la serie, se negó porque solo Jesse debía llevar sombrero, finalmente lograron encajarlo en el guión en un momento más que oportuno: en la escena en la que se hace llamar Heisenberg por primera vez.
La ropa, como forma de expresión, es un protagonista más en la narrativa de esta magnífica serie, como también lo es en el guión de nuestra propia definición personal. Una realidad más que se refleja en la ficción.
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